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jueves, 14 de marzo de 2013

Oración al Arcángel San Gabriel para protección de madres embarazadas

Oración de protección y agradecimiento para madres embrazadas, y sus hijos 





"Tú que anunciaste a la Virgen María 
el nacimiento de Cristo 
y la llenaste con la bendición divina, 
te ruego de acuerdo a la voluntad de Dios 
y en el nombre de Jesucristo, 
la bendición para todas las mujeres que desean un hijo.

Te pido una bendición especial para:[nombre]
y para el ser que crece (o crecerá) en su vientre.
Llénalos con tu luz de pureza sin igual,
para que con tu iluminación divina
se manifieste el amor de Dios hacia toda la humanidad.
(Agradecer con todo el corazón al arcángel Gabriel por su intercesión.)
Amén.

Oración San Gabriel Arcángel


ORACIÓN AL ARCANGEL SAN GABRIEL




Verbo, que eres uno, y todo corazón puro, que no conoce la división ni la muerte. Dios verdadero, que supera toda imaginación en cada instante, tu luz se convierte en materia y la materia retorna a la luz, pero sé que Tu eres únicamente eterno, pues has conocido, todos los espacios y los tiempos. Ante Ti, de todo corazón, Señor, Yo (diga aquí su nombre) ..., me arrodillo frente a tu santo nombre y te pido especialmente, que hagas obrar a tu bendita Luna cargada de la potencia del Sol, el Santo Arcángel Gabriel, para que el Libro de la Vida, me haga descubrir las formas ocultas de tu poder, tu acción, y misericordia.
Santo Gabriel, mensajero de la Virgen, tú que transitas los cielos y la tierra, dame por tu intercesión la fuerza de Dios, la palabra justa del Santo Mensajero a quienes deba llegar el mensaje; cada una de las herramientas que generan por la palabra la confusión de mis enemigos; la esencia que materializa la forma que sana. Tu que anunciaste a la Virgen, de la materialización del maravilloso Hijo del Padre, tu que conoces los misterios del Santo Espíritu; guíame como habéis guiado a los Profetas; protégeme como habéis guardado a los Santos en espíritu; ilumíname como habéis espiritualizado las palabras más profundas. Santo Gabriel, aquí te espero ahora,
deseoso de aprender y de obrar contigo los maravillosos planes del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo ¡Amén!

Oración a San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel



Oración a San Miguel Arcángel para pedir protección contra todo mal

Oración original a San Miguel para ser realizada sosteniendo un crucifijo en alto

(“Levanta el Crucifijo y reza esta oración con la señal de la cruz. Has esto en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Tú vencerás… Reza esta oración todos lo días, ya que la batalla es enorme…”)
Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y Potestades del aire, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los Espíritus del Mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho a su imagen y semejanza, y redimido por un gran precio, de la tiranía de Satanás.
Pelea en este día la batalla del Señor, junto con los santos ángeles, igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer, y a su hueste apóstata, quienes no tuvieron poder para resistirte y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo. Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que seduce al mundo entero, fue arrojada al abismo junto con sus ángeles. Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre ha tomado fuerza. Transformado en un ángel de luz, anda alrededor del mundo con una multitud de espíritus perversos, invadiendo la tierra para borrar el nombre de Dios y de Jesucristo, apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición de las almas destinadas a la corona de la gloria eterna. Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura, el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada y corrupto corazón; el espíritu de mentira de impiedad, de blasfemia, y de aire pestilente de impureza, y de todo vicio e iniquidad.
Estos astutos enemigos han llenado y embriagado con hiel y amargura esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero, y han puesto sus manos impías en sus más sagradas posesiones. En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro y el asiento de la verdad han sido colocados como la luz del mundo, ellos han levantado el trono de su abominable impiedad, con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.
Entonces levántate, oh Príncipe invencible, dale ayuda al pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al pueblo de Dios: Ellos te veneran como su protector y patrón; en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder del infierno; a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres para ser establecida en bienaventuranzas celestiales. Ora al Dios de la paz, para que ponga a Satanás bajo nuestros píes, derrotado para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la Iglesia. Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo, para que pronto pueda encontrar misericordia a los ojos del señor; y venciendo al dragón la antigua serpiente que es el diablo y Satanás, tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo, para que no pueda ya más seducir a las naciones.
Amén.
L: Miren la Cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos.
R: El León de la tribu de Judá ha conquistado la raíz de David.
L: Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor.
R: Así como hemos tenido esperanza en Ti.
L: Oh Señor, escucha nuestra oración.
R: Y deja que mi llanto llegue a Ti.
L: Oremos
Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo, invocamos a tu Santo Nombre, y suplicantes imploramos tu clemencia, para que por la intercesión de la siempre Virgen María, Inmaculada Madre nuestra, y por el glorioso San Miguel Arcángel, Tú te dignes ayudarnos contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos, que andan por el mundo para hacer daño a la raza humana y para arruinar a las almas.

Amén.

Oración San Rafael Arcángel


San Rafael Arcángel

Fiesta: 29 de septiembre, junto con San Miguel y San RafaelRafael: "el que cura o sana". Es el arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento.  Es uno de los tres arcángeles cuyo nombre aparece en la Biblia (Tobit 12:6, 15).  Los otros son San Miguel y San Gabriel.
A San Rafael se lo representa con un atuendo de caminante o peregrino, con bastón y cantimplora, y el pez del que se obtuvo la hiel para curar al padre de Tobías;
Ver también: Ángeles y Arcángeles



Oración a San Rafael Arcángel.



Gloriosísimo príncipe San Rafael antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus providencias ejecutor de sus ordenes secretario de sus arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán, amigo de tus devotos compañero de los caminantes maestro de la virtud protector de la castidad socorro de los afligidos medico de los enfermos auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales de Dios. Tu eres ángel santo, uno de aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean al trono del altísimo.

Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres te suplicamos humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y cuerpo poniendo freno a nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que nos tiranizan, que derribes en todas partes y principalmente en el mundo católico el cruel monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.
Te pedimos también con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda mas el santo evangelio, con la práctica de la moral.  Que asistas al romano pontífice y a los demás pastores  y concedas unidad en la verdad a las autoridades y magistrados cristianos. 

Por ultimo te suplicamos nos alcances del trono de Dios a Quién tan inmediato asistes, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amen