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jueves, 15 de noviembre de 2012

Comunicación con los angeles






La palabra “Angel” ha estado presente en nuestras vidas desde pequeños. Quizás la mayoría de nosotros –si no todos- recordamos cuando nuestros padres nos rezaban la oración del Angel de la Guarda antes de dormir y cómo pedían a este ser invisible que nos protegiera en todo momento.

Sin embargo, con el paso de los años, he descubierto que esos seres alados enviados por Dios para cuidarnos permanentemente y protegernos de todo mal son más que eso y tienen una misión muy especial con la humanidad.

Era un día de septiembre de 1993 cuando me levanté normalmente para ir a trabajar. De repente, comencé a escuchar de repente una voz que hablaba dentro de mi cabeza. Me confundí muchísimo aunque nunca sentí miedo. Descubrí, a través de otra persona, que iba a comenzar a recibir mensajes de los ángeles. A partir de ese momento mi vida cambió y nunca ha vuelto a ser la misma.

En estos casi 16 años que he podido tener contacto con ángeles, he aprendido que estos seres de luz tienen como tarea ayudarnos para que nuestro proceso evolutivo sea más fácil, mostrándonos el camino más sencillo, menos doloroso. Esto obviamente sin intervenir con nuestro libre albedrío, pues ellos saben muy bien que no pueden cruzar esa línea e influenciar nuestras propias decisiones. Los ángeles no pueden evitar que atravesemos por las experiencias que nos dejarán un aprendizaje o conocimiento, pero sí pueden facilitarnos el proceso, ya que nos ayudarán a ver y entender las situaciones de una forma más amplia.

Estos mensajeros (la palabra Angel proviene del griego “Angelos” que significa Mensajero) están con nosotros y cumplen una misión muy importante a través de su relación con los seres humanos, sirviendo de intermediarios entre Dios y nosotros para ayudarnos a ser cada vez mejores y tener una vida más llena de paz y tranquilidad.

Cómo entablar comunicación con los Angeles?

No es necesario ser ‘especial’ para poder entablar comunicación con los ángeles y guías. Todos podemos lograrlo. Es así como para iniciar este hermoso camino de apoyo celestial debemos primero tener el deseo inmenso desde nuestro corazón y la fe que nos permita creer en sus mensajes y aplicarlos en nuestras vidas.

Es importante que antes de realizar cualquier ejercicio de contacto con los seres de luz aprendamos a cubrirnos con luz para así evitar que entidades no elevadas disturben el momento. Es algo muy sencillo: luego de cerrar los ojos, ver o sentir un rayo de luz blanca que desciende del cielo y nos cubre en forma de pirámide partiendo a una cuarta de distancia de nuestra coronilla y llega hasta nuestros pies. Luego, haremos lo mismo con otro rayo de luz blanca brillante que cubre el recinto donde nos encontramos y finalmente un último rayo cubrirá toda la edificación.

Daremos gracias primero que todo a Dios y luego a los ángeles por asistirnos y escuchar nuestra solicitud de acudir a nosotros para responder las preguntas que tenemos para ellos.

Luego de respirar profundamente varias veces y de haber dado las gracias a los ángeles por aceptar el contacto, se puede hacer una pregunta mentalmente (entre más concreta y precisa sea la pregunta, más concreta y precisa será la respuesta).  Esperar un momento y comenzar a escribir todo lo que llegue a la mente. Recomiendo a quienes intentan hacerlo por primera vez tomar un estilógrafo y un papel para anotar cualquier palabra o sensación que reciban por pequeñas que parezcan.

La relación con los ángeles se va construyendo con paciencia y constancia, así que si al primer intento no recibes ningún mensaje, no desfallezcas. Si continúas intentándolo verás cómo cuando menos lo esperes, escucharás, verás o sentirás algo que tendrá todo el sentido para ti de acuerdo a lo que hayas preguntado. Ten fe y te aseguro que podrás disfrutar de una maravillosa relación con estos seres de luz que siempre buscan ayudarte a tener una vida más alegre y llena de energía positiva.

¿Cómo utilizar esa presencia en nuestras vidas?

Para sentir la presencia de los Angeles en nuestras vidas, ellos responden diciendo:primero, tener el deseo, la fuerte intención del corazón de establecer ese contacto. Luego, pedir. El secreto para que ellos se manifiesten en nuestra vida es pedirles. Los ángeles respetan completamente nuestro libre albedrío, así que necesitan de nuestro ‘permiso’ para poder intervenir. En la medida en que lo hagamos, comenzamos a ver cómo cosas –desde pequeñas hasta grandes- comienzan a suceder mágicamente: el taxi que pasa desocupado en hora pico cuando tenemos afán de llegar a una reunión importante; el dinero que alguien nos obsequia cuando debemos pagar una deuda pendiente, etc.

La manera en que podemos utilizar su presencia en nuestras vidas es a través del permitirles que participen de ella. Ellos se encargan de buscar la manera de hacernos llegar sus mensajes: a través de un amigo, de un libro, una canción, un programa de televisión, etc. El hecho es que cuando ese mensaje llega, nosotros lo entendemos y sentimos en nuestro interior que es un mensaje dirigido a nosotros.

Su presencia pues, puede ayudarnos a manejar las situaciones de nuestra vida de una manera más sencilla, a aceptar las circunstancias que se nos presentan y no derrumbarnos fácilmente por ellas; a tener claridad sobre lo que queremos alcanzar o ser; a entender el por qué de lo que pasa sin sentirnos culpables o víctimas; a aumentar nuestra fe y, por ende, a atraer hacia nosotros aquellas cosas (o aquella persona!) que deseamos para nuestra vida. Los ángeles son nuestros mejores amigos!

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