sábado, 27 de junio de 2015
INVITACIÓN
HOY DOMINGO te invitamos a compartir
Una hora con el ángel de los comienzos. El cielo entero te ha escuchado y es tu gran aliado para que puedas emprender y realizar todos los nuevos proyectos que has planeado. No dejes que el miedo te amedrante, confía en tí mismo(a) y empieza a materializar tus sueños (un nuevo trabajo, una relación basada en el verdadero amor, un proyecto, un viaje...).etc. Angelita te lo recomienda! Quieres saber más? APARTA TU CITA YA.. 5636701* 3194163890 * 3114663194 Bogotá Colombia
1.- Soy el Ángel del Silencio interior
Búscame mi luz, mi esencia, cuando necesites explorar dentro de ti la fuente de quietud, paz y vacío que sólo el silencio puede darte. Acalla tu mente por un instante, cierra los ojos y viaja al interior de tu respiración. Cada hilo de aire que entra a tu cuerpo te va conectando más y más con la esencia Universal. Borra con la respiración el “afuera” y el “adentro” de ti. Siente como tu piel es expande infinitamente y visualiza como todo es oscuro, profundo, quieto y tranquilo. Estas en medio de una gran noche estrellada, titilante. Absorbe todo este silencio y sincronízate integralmente con él. Ahora vuelve a abrir los ojos lentamente. Estas dispuesto(a) a escuchar sin juzgar todo lo que sucede alrededor tuyo, pues has logrado acallar la mente que opina o critica. Reconoce ahora la perfección de Dios y nutre tu ser recibiendo lo que te sirve y dejando ir lo que no. Escuchar es una virtud de sabios, hoy práctica escuchar vaciando a cada instante tu mente.
2.- Soy el ángel de la Paciencia
Hoy estoy a tu lado, cubriéndote con mis alas y mi haz de luz para entregar a tu espíritu la virtud de la paciencia. Limpia a cada segundo tu mente de expectativas y proyecciones, no dejes que tu mente te lleve e a vivir un tiempo inexistente (el futuro), pues cuando nos alejamos del eterno presente, perdemos la oportunidad de vivir gozosa y expansivamente la vida. No permitas que la ansiedad y el deseo sean fuente de sufrimiento, deja que todo fluya con naturalidad en tu vida. Sintonízate con el fluir cósmico, universal, en el cual todo lo que participa de la vida tiene un tiempo y un lugar armónico y perfecto. Hoy vive la perfección del aquí y del ahora, disfrutando las bendiciones que Dios pone en tus manos segundo a segundo.
3.- Soy el ángel de la Paz
Estoy a tu lado para recordarte que tu corazón está hecho de luz divina, de amor divino. En lo profundo de tu ser habita el gran espíritu de Dios y por ello, más allá de las emociones, de la rabia, del dolor, del miedo, está la paz y la quietud de Dios. Encuéntrala dentro de ti, no la busques afuera porque ya la tienes. Vívela, vive la paz de tu corazón y comprométete a entregar la luz de la paz al universo, al mundo que tanto la necesita. Eres portador de la llama divina y de la esperanza de una nueva Humanidad, se consciente de tu responsabilidad en esta tarea y hazla con toda la entrega y el amor.
4.- Soy el ángel de la Salud
Hoy estoy a tu lado, cubriéndote con mis alas, para que recibas el don más preciado del Universo para ti: la salud. Recuerda que en la abundancia de la vida, en la abundancia del amor divino, tu cuerpo es un maravilloso templo que refleja tu mente y tus emociones. Si existe un desbalance de estos, tu cuerpo lo recibe, te ayuda a procesar con todo su amor. Por eso, antes de renegar e irritarte por una dolencia, recuerda que tu cuerpo es tu aliado, tu soporte. Visualiza que tu respiración sea pura y que en cada inspiración este el aliento divino disolviendo y llevándose lo que no es sano para tu cuerpo. Sana y consiente tu cuerpo con la respiración y envuélvelo en luz verde, la luz de la sanación para que haya equilibrio y armonía en tu mente. Hoy purifica tu ser y entrega a Dios todas las cargas que te quitan la paz.
ORACIÓN DEL JUSTO JUEZ !!
Divino y Justo Juez
de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la
Virgen María por la salud del linaje humano. Justo Juez, creador del cielo y de
la tierra y muerto en la cruz por mi amor. Tú, que fuiste envuelto en un
sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste vencedor de
la muerte y del infierno. Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis
ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho. Tu voz imperiosa
serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos como
Lázaro y al hijo de la viuda de Naim. El imperio de tu voz ponía en fuga a los
demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, y dio vista a los
ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a
la Magdalena y al paralítico de la piscina. Tú te hiciste invisible a tus
enemigos, a tu voz retrocedieron cayendo por tierra en el huerto los que fueron
a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a tu poderoso acento se
estremecieron los orbes. Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas
sin ser visto por la guardia de Herodes. Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la
adúltera. Suplícote, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e
invisibles: la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra
me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los
que me deseen mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten,
oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios
enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme. ¡Oh, Jesucristo
Justo y Divino Juez!, favorecerme en toda clase de angustias y aflicciones,
lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa
y santa voz llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los
lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y
toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice. Ni los caballos me
alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren. Tu sangre me bañe, tu manto
me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo
en la vida y a la hora de mi muerte. ¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre,
que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero! ¡Oh Verbo
Divino hecho hombre! Yo te suplico me cubras con el manto de la Santísima
Trinidad para que libre de todos los peligros y glorifiquen tu Santo Nombre.
Amén. Divino y Justo Juez, acompáñame en mi viaje, líbrate de todo peligro o
accidente, defiéndete de mis enemigos y socórreme en mis necesidades. (Con
aprobación eclesiástica)
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